BASES CONCEPTUALES DEL SMI
ANTECEDENTES
El Sistema de Mando de Incidentes se desarrolló en la década de 1970 tras una serie de incendios forestales catastróficos que ocurrieron en zonas de interface urbano-forestal de California. Los daños a la propiedad fueron de millones, y muchas personas murieron o resultaron heridas. El personal asignado para determinar las causas de este desastre, descubrió que los problemas en la respuesta no podían atribuirse a la falta de asignación de recursos o falla en la implementación de acciones tácticas. Por medio de los estudios se descubrió que los problemas en la respuesta se debían al manejo del incidente, más que a cualquier otra razón, siendo las causas principales:
  • Los objetivos para darle solución al incidente no eran claros y ni específicos.
  • Planes de Acción no consolidados.
  • Diferentes Estructuras organizacionales para responder a una misma emergencia.
  • Falta de una estructura de uso común para planificar en forma coordinada entre las instituciones, la cual se adaptará a las condiciones cambiantes.
  • Líneas confusas de mando
  • Muchas personas reportando a un solo responsable.
  • Falta de información confiable acerca del incidente.
  • Comunicaciones inadecuadas e incompatibles.
  • Diferente terminología entre las instituciones participantes.
DEFINICIÓN DEL SMI
El SMI es un sistema de gestión diseñado para permitir el efectivo y eficiente manejo de incidentes (huracanes, inundaciones, terremotos, inundaciones, materiales peligrosos, accidentes, incendios forestales, contingencias fitosanitarias, erupciones volcánicas, entre otros) o eventos; el SMI está integrado por una combinación de instituciones, instalaciones, equipos, personal, procedimientos y comunicaciones que operan dentro de una estructura organizacional común.




Se utiliza para organizar a corto y largo plazo, las operaciones a nivel de campo en un amplio espectro de situaciones de emergencia, desde incidentes pequeños a complejos, generados por causas naturales o antropogénicas.

El SMI puede ser utilizado por todos los niveles de Gobierno: Federal, Estatal y Municipal, así como por organizaciones no gubernamentales y privadas. Normalmente está estructurado para facilitar las actividades en cinco áreas funcionales principales: mando, operaciones, planificación, logística y administración/finanzas.

Respecto a su implementación en contingencias fitosanitarias, el SMI le permite al personal técnico-operativo y de mando (sin importar la dependencia u organización a la que pertenezca) hacer un manejo eficiente y planificado de los recursos humanos, materiales y financieros, desde las primeras etapas de su desarrollo hasta su incremento en magnitud y complejidad.

El SMI permite que todas las instituciones que responden para prestar apoyo en la contingencia lo hagan en forma ordenada bajo una estructura organizada. Esta estandarizado para facilitar la incorporación rápida de recursos, de diferentes instituciones y puntos geográficos, a una estructura de manejo común y eficiente.

BONDADES EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL SMI EN CONTINGENCIAS FITOSANITARIAS
La aplicación del SMI en una contingencia fitosanitaria por parte de técnicos especialistas en sanidad forestal pertenecientes a las instancias que conforman los Comités Estatales de Sanidad Forestal, presenta las siguientes ventajas en el proceso de planificación, organización, dirección y control:
  • Incrementa la coordinación institucional y el uso eficiente de los recursos
  • Permite integrar objetivos, estrategias y tácticas de manera común, ordenada y planificada.
  • La organización estructural se expande o contrae dependiendo del tipo, magnitud y complejidad del incidente, manteniendo un alcance de control manejable.
  • Busca la estandarización de conceptos, acciones y procedimientos.
  • Permite el establecimiento y transferencia de mando con procesos ordenados.
  • Las instituciones colaboran prestando a sus técnicos en un esfuerzo conjunto.
  • Reduce las ineficiencias y el caos.
  • Tiene un impacto positivo en la imagen social por la confianza en el personal técnico calificado.
  • Permite integrar la capacidad técnica individual en un esfuerzo colectivo sin importar a la dependencia a que pertenezca.