La superficie arbolada en México comprende 65.7 millones de hectáreas, de las cuales 34.20 millones se clasifican como bosques, 30.02 millones como selvas, 0.93 millones como manglar y 0.54 millones como otras asociaciones vegetales forestales INEGI, Serie VI-2014.
De la superficie determinada como arbolada, se estima que 15.8 millones de hectáreas de bosques de coníferas presentan condiciones de riesgo ante el ataque de insectos descortezadores, 13.5 millones presentan condiciones idóneas para el ataque de insectos defoliadores y 18.6 millones de hectáreas pueden tener posible presencia de plantas parásitas.
Considerando lo anterior, para ser oportunos en la detección de cualquier brote de plagas en la indicada superficie, la Comisión ha impulsado la estrategia de mapeo aéreo, para la detección oportuna de plagas forestales, lo que ha permitido tener mayor superficie monitoreada en menor tiempo y aun bajo costo.
En 2004, la Comisión en el marco de cooperación con la Comisión Forestal para América del Norte, recibió una capacitación y transferencia de tecnología sobre la técnica de mapeo aéreo, por parte del Servicio Forestal de Estados Unidos, con el propósito de adecuar y aplicar esta tecnología en México. A partir de ese año, la CONAFOR implemento el uso del avión para la observación y registro espacial y temporal de las áreas afectadas lo que ha permitido conocer el comportamiento de las principales plagas forestales en México y mantener un monitoreo anual de importantes áreas forestales.
Considerando que las plagas es uno de los principales factores de pérdida de la cubierta forestal, esta estrategia de monitoreo ha sido aplicada de manera sistematizada, planeada y efectiva en la detección y ubicación de áreas forestales afectadas, lo que ha permitido ejecutar las acciones y programas oportunos de control.
En el contexto al Programa Nacional de Sanidad Forestal (2013-2018), el monitoreo es una atribución de Gerencia de Sanidad enmarcada dentro de las siguiente estrategia y línea de acción.
Estrategia. Fortalecer el monitoreo y control de plagas o enfermedades de los ecosistemas forestales.
Línea de acción. Fortalecer el sistema permanente de evaluación y alerta temprana de la condición sanitaria de terrenos forestales, determinando medidas de control.
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